-Eran los comienzos del siglo XVIII cuando una terrible fiebre azotó al pueblo de Tequere o Tranquere, jurisdicción del Distrito Torres (Hoy Municipio). Los moradores se vieron obligados a emigrar por esa circunstancia fijando residencia en el “Zanjón” o Aregue Viejo. Se afirma que en Tequere existía una capilla de palma, en la cual estaba la imagen de Chiquinquirá.
Mudados para Aregue Viejo, los residentes de Tequere llevaron en procesión a la imagen, que colocaron en una capilla de hachos que edificaron en su nuevo lugar que habitaban.
A todas estas, un hombre que era socio agente de la Compañía Guipuzcoana, Cristóbal de la Barreda, venía a Venezuela en asuntos de dicha compañía, cuando naufragó el buque que le conducía. En tal peligroso trance, imploró la protección de la Virgen, prometiendo donarle todos sus intereses radicados en. Venezuela para construirle un templo. El fervoroso ruego fue escuchado y el milagro no se hizo esperar. Al ser arrojado por el mar a la playa, tuvo una visión celestial de Nuestra Señora de Chiquinquirá, y la idea de que su imagen se veneraba en algún templo de Venezuela. Desde ese momento concibió el firme propósito de encontrarla.
De esa manera, y andando de paso por Carora, camino a Coro, donde tenía informes de que podría encontrar a la imagen salvadora, fue conducido a Aregue Viejo por el Pbro. Lcdo. Ignacio Antonio de Hoces, y llegando, reconoció la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá, cuya visión había tenido durante el naufragio.
Don Cristóbal de la Barreda, dejó encargado al Padre Hoces de la construcción del Templo, autorizándolo para la elecci6n del sitio que considerara a propósito para ello, lo que fue determinado por Hoces, de acuerdo con varios vecinos de Carora.
El católico español regresó a liquidar intereses para hacer entrega del dinero al referido presbítero.
E1 Padre don Ignacio Antonio de Hoces, tenía inclinación por las Bellas Artes, que tan poco propósito contaban en aquellos tiempos, y se dispuso a ser él mismo, director y arquitecto del templo que había de construirse.
Todas esas apuntaciones se encuentran en el libro parroquial marcado con el número primero, de lo que da fe el Cura Interino, Pbro. A. Muñoz L.
El templo de Aregue fue terminado en abril de 1745, con una inversión de 16.272 pesos con 5 reales, según consta en las cuentas que existen en el archivo parroquial.
También como emblema del prodigio cuelga del techo de la iglesia una barquilla de madera, dejada allí como recuerdo por el piadoso señor de la Barreda ¡Precioso y significativo exvoto!
